Coreografía de la percepción
- Vocablo
- 6 may
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Una exposición que fluye entre la claridad del día y la especulación de la noche, donde las obras de Erika Hock, Nicolás Lamas y Sihan Guo exploran los límites de la percepción, la narrativa y la imaginación.
Escribe Zé Ortigão.

Las formas emergen con la luz del día, afirmándose en instantes fugaces de claridad antes de disiparse. La noche, en cambio, es expansiva y especulativa, una arquitectura de la imaginación donde las figuras se disuelven y reconfiguran. Esta exposición habita el espacio intermedio entre ambos estados, donde la percepción oscila entre la certeza y la disolución.
Donna Haraway escribe: “el límite entre la ciencia ficción y la realidad social es una ilusión óptica”, destacando cómo los umbrales espaciales y conceptuales están en constante transformación. No son estáticos, sino fluidos, fluctuando entre lo que es y lo que podría ser, entre lo efímero y lo eterno, lo construido y lo imaginado. Es una coreografía de la percepción, un paisaje en desarrollo donde la narrativa no es fija, sino que se redefine continuamente. Como señala Roland Barthes: “la narrativa no es simplemente una serie de acontecimientos; es una forma de ver el mundo”.

Estamos en un proceso constante de reimaginación, moviéndonos entre los marcos de la percepción y las infinitas posibilidades del pensamiento especulativo. Esta exposición es una exploración dinámica de narrativas espaciales y conceptuales, guiada por Erika Hock, una artista cuya obra investiga la relación entre la arquitectura y la imaginación. Sus construcciones espaciales no solo delimitan o dividen, sino que funcionan como intervenciones performativas: guían el movimiento, crean narrativas, capturan momentos fugaces y enfatizan el acto de caminar. Aquí no hay una progresión lineal; en su lugar, la exposición se abre como un territorio donde las posibilidades narrativas emergen a partir de la experiencia del espectador.

En la obra de Nicolás Lamas, la corporalidad se deconstruye y reformula a través de ensamblajes maquínicos. Sus intervenciones fotográficas desestabilizan lo que creemos conocer, arrastrando al espectador a un mundo distópico donde los límites entre lo humano, lo animal y lo ciborg se difuminan. Las figuras emergen gradualmente, generando una tensión entre presencia y ausencia, materialidad y espectralidad, actualidad y virtualidad.

Sihan Guo, en contraste, abraza el error como parte esencial de su proceso. Como pintora abstracta que, paradójicamente, incorpora figuración, Guo juega con la ambigüedad, atrayendo al espectador hacia un territorio incierto entre la abstracción y la narrativa. La exposición no impone un discurso cerrado; por el contrario, fomenta una exploración abierta, resaltando el equilibrio entre estructura e incertidumbre, propuesta e interpretación, cierre y potencial.
Galería Gato:
Dirección: Jirón Breña 281, Plaza Bolognesi, Breña. Lima, Perú
Horario de atención: jueves y viernes de 10 a 16 horas.
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