Instalaciones, dibujos, telas, impresiones digitales, fotografía y otras técnicas componen las Ficciones documentales de Rocío Gómez. Se puede ver en el Británico de Miraflores.
Escribe: Leyla Aboudayeh.
El entorno hipersaturado por pantallas y la avalancha mediática digital impacta significativamente nuestra percepción y comportamiento. La ubicuidad de las pantallas—teléfonos inteligentes, televisores y computadoras— determinan inevitablemente que nuestra capacidad de atención se fragmente, amén de la proliferación de fake news. Entonces la alfabetización digital y el pensamiento crítico se imponen para navegar este mar de información sin perderse.
Ese parece ser el leit motiv para que Rocío Gómez (Lima, 1973) exhiba por 13 obras, entre instalaciones y trabajos con pintura, dibujos, telas, impresiones digitales, fotografías, textos y otros materiales. Magíster en Antropología Visual y licenciada en Artes por la Pontificia Universidad Católica del Perú, Gómez busca reflexionar en torno al hábito de equiparar la representación (pintura, fotografía, etc.) con la realidad.
¿Qué te inspiró a crear la exposición "Ficciones documentales"?
La contradicción que sentí ante la reunión de una imagen y un texto. Hace unos años recibí por correo electrónico la invitación a una exposición colectiva que utilizaba la fotografía de un ambiente industrial amplio, todo de concreto que presentaba como cerramiento de pared hacia el exterior una cuadricula de bloques de cemento. Debajo de la imagen el texto decía “think of this as a window”; piensa en esto como si fuera una ventana. Se instaló en mí una incomodidad, no podía reunir la imagen y la frase porque percibía una incongruencia. Lo que veía era una celosía, una retícula, una malla y no una ventana a la cual siempre había pensado como traslucida o sin barreras. Descargue la imagen, la observaba cada tanto porque me atraía como un acertijo. Esta fue la primera imagen que pinté, para comprenderla, paraque afloraran mis pensamientos. Empecé a considerar que la ventana-retícula podía funcionar como una metáfora del tipo de imágenes de la pintura (o de la fotografía, o el video) que copian o que se inspiran en lo que vemos. Lo que quiero decir con esto es que lo que lo que un pintor decide pintar y la forma en que lo hace – por ejemplo, lo que yo pinto-, es una forma aprendida e influenciada por su pensamiento e intereses particulares (su época, su edad, su raza, su clase) mediante la cual el pintor traduce lo que experimenta (y ve). Realiza una selección, un encuadre y una organización de elementos en una composición que no solo no es traslucida, sino que por el contrario está cargada de las convenciones culturales que conscientemente o no ha incorporado.
¿Cómo abordas la relación entre la representación y la realidad? ¿Por qué crees que es importante cuestionar esta relación?
Planteo una distancia, la necesidad de diferenciar la representación y lo representado. Ficciones documentales, el título de la exposición, reúne dos conceptos que generalmente pensamos como opuestos. Cuando documentamos un hecho intentamos ser objetivos y dejar fuera a la ficción. Sin embargo, creo que no tenemos que olvidar que la representación no es aquel hecho, objeto o persona a la que la imagen o el texto se refiere, por el contrario, es una producción que está en estrecha conexión con el o los productores y su cultura, su individualidad, su historia y su memoria entre otros. Estas particularidades no convierten a las representaciones en ficción, pero si señalan la imposibilidad de pensarlas como idénticas a aquello a lo que se refieren. Las obras Piensa en esto como una ventana y Ficciones documentales utilizan la coexistencia de representación y representado en simultaneo. En ambos casos instalo a la imagen pictórica de tal manera que ocupa un espacio físico por delante de aquello que representa: el patio de la sala de exposición y la filmación en tiempo real de la sala de exposición respectivamente. La pintura literalmente se interpone, cubre o echa su sombra sobre lo que el espectador podría ver si no estuviera presente la estructura física obre la cual se apoya y exhibe. En la obra Desmantelando el final desligo o separo las capas que conforman el objeto cuadro para compartir con el espectador aquellas instancias o capas que le brindan soporte a la imagen. Despliego en 5 capas lo que en este caso particular existe detrás y delante de la imagen pintada. Mediante un sistema de cortinas enrollables organizo la secuencia: en primer término, aparece la imagen original, la vemos desde una pantalla de computadora, su soporte original. En segundo término, coloco la pintura sobre tela que copia a la original, pero llevando a cabo una edición que deja fuera el texto. Luego coloco el bastidor de madera con sus grapas y las cintas que las aseguraron, luego coloco una capa superficial de la pintura blanca de pared que retiré de mi taller y transpuse sobre tela. Finalmente, está la pared de la sala de exposición a la que también le retiro algunas capas para hacer visible la estructura del muro. Dado que en nuestra cultura occidental las imágenes tienen un rol cada vez más potente y que hemos desarrollado un predominio de la visión por sobre los demás sentidos me interesa llamar la atención sobre los mecanismos de la relación representación/representado porque no debemos confundirlos.
La exposición invita a los espectadores a relacionarse con las imágenes y los espacios de manera distinta. ¿Cómo esperas que cambien sus percepciones o interacciones?
El objetivo de una exposición de objetos de cualquier índole es hacerlos visibles, asequibles y en el campo del arte esto ha sido así hasta cierto punto. Al ingresar a una sala de exposición el espectador generalmente está en la capacidad de abarcar con un primer golpe de la mirada el espacio y lo expuesto, para luego desde un recorrido que guarda una distancia prudente de la obra observar cada elemento. Por varios siglos el espectador se relacionó con las pinturas colocadas sobre las paredes, como si fueran cuerpos inertes, pasivos, esperando ser vistos. Los artistas de las vanguardias produjeron obra y montajes de obra en el espacio que por primera vez cuestiono esta forma de comprender el espacio expositivo y lo reorganizo para permitir otras interacciones. Así mismo la llegada de los nuevos medios de generación de imagen junto a otras tecnologías tuvo un efecto contundente. La exposición reúne en un solo espacio imágenes que estamos más acostumbrados a interpretar con objetos y recorridos que requieren que activemos tipos de comprensión que generalmente utilizamos al pasear por una ciudad desconocida, por ejemplo. Desmantelando el final separa la pintura de la pared y disecciona el cuadro para invitar al espectador a experimentarlo como un objeto tridimensional que incluye la imagen como una más de sus partes. Velo, velar, veladura, vela-miento presenta una constelación de imágenes que se asemeja a un “mood board” por el carácter temporal y rudimentario de su montaje y materiales (papel e impresiones) y porque podrían incluirse o retirarse imágenes afectando con ello la configuración del grupo. Así mismo impulsadas por el viento de unos ventiladores mueve las hojas para develar los textos que tienen debajo. Para mi funciona como una investigación con imágenes que mapea mediante una organización en categorías obras de artistas cuyo tema es la malla, la ventana, la cortina, o de modo más general los mecanismos de percepción. Utilizo diferentes recursos para la generación de sentido del objeto de arte y apelo a una participación activa por parte del espectador para recoger información al discurrir entre las obras observando sus dimensiones, los espacios que ocupan y dejan libres, las texturas de los materiales utilizados, e integrar los usos y significados de objetos como cortinas, libros o escaleras de metal en sus contextos de origen.
¿Cuál es tu intención al incluir aspectos de la realidad física y la producción de la representación que normalmente pasamos por alto?
Es un reconocimiento de los procesos y los soportes físicos, un homenaje a las estructuras y sus materiales como el caso del bastidor y la noble madera que requiere. También un señalamiento de la educación en artes con sus inclusiones y exclusiones hoy tan discutidas y por largo tiempo normalizada. La propuesta de la exposición es no pasarlos por alto. Me interesa el proceso de producción de la obra, porque es el lugar del encuentro entre la idea, la fantasía y las posibilidades que el mundo material permite, cuando el material elegido se expresa o se resiste a hacerlo. La realidad nos trae siempre sorpresas, confrontaciones. Es allí donde se derrumban los límites entre la idea y el material, entre la idea del artista y las ideas de las personas involucradas en darle materialidad. Cuando aparecen los desencantos o los problemas es cuando me doy cuenta de que no puedo solo “ejecutar” una idea de manera programática, superponiendo un conjunto de instrucciones a una materia. Ahí es cuando me des- coloco o me des-armo y puedo reconocer que yo tenía una idea previa, que seguramente está cargada de formas que necesito desarmar. Si logramos dar espacio a esas incomodidades que surgen en el proceso e incluir las modificaciones que de ellos resultan entonces el sentido de aquello que buscamos expresar se verá afectado, enriquecido.
Detalle de obra 40 aliados, 12 tácticas (Búsquedas relacionadas). 40 dibujos sobre cartulina Canson (21 x 29), 40 textos impresos sobre cartulina Canson (21 x 29), paredes de drywall, estructura de madera, planchas de acrilico.
Tu obra incluye una variedad de medios como dibujos, telas, impresiones digitales y textos. ¿Cómo decides qué medio utilizar para cada pieza y por qué es importante tener todos esos medios presentes?
Cada medio expresivo tiene su régimen de posibilidad y de verdad. No es lo mismo presentar una imagen mediante una pintura, una foto o un video, en un soporte de madera o uno de plástico opaco o traslucido. Trabajo esta diversidad de medios porque me permiten reflexionar sobre los límites y posibilidades de cada uno, sobre como la materialidad mediante la cual realizamos la obra (que puede o no presentar una imagen) forma parte intrínseca de su significado y también de su capacidad de comunicar una sensación, una idea.
Detalle 1: Desmantelando el final. Detalle 2:sin titulo de la serie referrentes. Detalle 3: Burladero: valla destinada a servir de refugio_Nelbia Romero. Portrait [de la obra resurrecciones], 1986
¿Qué importancia tiene el texto en tu trabajo?
Incluyo el texto porque es una de las formas de lenguaje a través de la cual pensamos, recordamos, organizamos nuestra realidad y proponemos sentido. Esta inclusión del texto empieza alrededor de los años 60 cuando se amplían los límites de los materiales y las formas expresivas utilizadas en la obra de arte. Sin embargo, no es la única, también están las imágenes, los rituales, los sueños, los gestos; una diversidad de lenguajes que coexiste, y el texto es muchas veces utilizado para “explicar” o desambiguar a las otras formas.
En el caso de las obras 12 tácticas, 40 aliados y velo, velar, veladura, velamiento los textos nos permiten ampliar mínimamente la información del contexto de producción de la obra: quien es el autor, cuál es su nacionalidad, en que tiempo vivió, porque le interesa(ba) trabajar esa imagen, que significado le otorga. Información a la cual generalmente como público no prestamos atención y que sin embargo permite comprender desde la contextualización la relevancia en un tiempo y espacio determinados de lo que el artista decide representar.
¿Cómo ha influido tu formación en antropología visual y artes en tu enfoque artístico y en los temas que decides explorar?
Tuve mi formación en artes cuando era muy joven. Recuerdo una sensación muy clara al terminar la carrera; la certeza de conocer la técnica para generar imágenes y al mismo tiempo sentir una preocupación, una responsabilidad al escoger los temas y las formas de aproximación al tema en los que estas imágenes actuarían. La formación en antropología fue posterior por que la inquietud con la responsabilidad continuaba. Me permitió reubicar a las artes plásticas y visuales dentro de un campo más amplio de expresiones culturales. Me permitió distanciarme y observar críticamente la práctica del arte de la cual soy parte.
¿Puedes contarnos sobre alguna experiencia formativa que haya marcado un antes y un después en tu carrera como artista?
Hace unos 13 años, realicé un trabajo de performance de larga duración dentro de mi propia casa tomando como detonante que en ese momento estaba siendo remodelada y yo quería ser parte de ello. Algunas varias paredes serian demolidas y otras tantas levantadas. Me establecí dentro de la casa y la construcción que en ella sucedía cobijada por una pequeña carpa-refugio dentro de la cual realizaba una labor de de-construcción de las imágenes de la tela de Toile de Jouy que tapizaba mi refugio. Con el fin de “registrar” la metamorfosis de la casa en paralelo con la de mi habitáculo, coloque 2 cámaras. Una cenital registraba mis acciones dentro de la carpa; y otra sujeta sobre uno de los muros de la casa registraba el contexto mas amplio del cambio. En algún punto los trabajadores necesitaron desmontar la cámara fija en el muro para hacer trabajos sobre esa superficie. Al llegar yo al día siguiente el maestro a cargo de la obra me informó que con sumo cuidado había retirado la cámara y luego la había vuelto a colocar. Se me congelo el cuerpo. La consecuencia más obvia es que había perdido mi registro con punto fijo. Fin del relato “objetivo”. Pero había perdido o ganado algo más; y me tomo un tiempo identificarlo y aceptarlo: la perdida de mi plan original, la perdida de mi posición de control me contactó con una labor humana que yo había invisibilizado, con las necesidades e incomodidades de unos sujetos que yo había invisibilizado pensando que todo era arte. La verdadera objetividad estaba integrar la presencia y agencia de esas personas que estaban trabajando y cuyo trabajo no era menos importante que el mío. Fue como un balazo.
Tu obra cuestiona la relación entre el significado culturalmente otorgado a algo, los hábitos y la verdad. ¿Por qué es relevante plantear estos temas en tu obra en estos momentos?
Podría contestar a esta pregunta de manera amplia, atemporal o universal, pero tú la sitúas en un contexto temporal [en estos momentos] y eso cambia mi respuesta. ¿Qué está pasando en estos momentos en el Perú y en el mundo que hace necesario que pensemos críticamente lo que entendemos por significado/hábito /verdad? En las últimas décadas somos testigos de guerras, migraciones, genocidios, exterminios de especies animales y vegetales. Nos relacionamos con el planeta y sus seres desde un paradigma de consumo y maltrato que lo está agotando. Somos testigos de una falta de la práctica del bien común que me escarapela. Me pregunto si es posible generar significados otros para nuestras experiencias, si es posible poner a un lado, distanciarnos por breves momentos de nuestras respuestas habituales para reconectar con la experiencia y volver a sentir. Mi obra investiga y muestra lo que yo desde mi lugar puedo investigar con relación a estas preguntas. Me interesa saber más y compartir lo que otros artistas, otras personas con ocupaciones y culturas variadas están elaborando para poder ampliar mi campo, y el de otros.
Lugar: Galería John Harriman del CC Peruano Británico
Dirección: Jr. Bellavista 531, Miraflores.
Fecha: Del 18 de julio al 29 de setiembre.
Horario: De martes a domingo de 1 a 9 p.m.
Ingreso: Libre
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