Empezar sin mapa
- Vocablo
- 30 may
- 4 Min. de lectura
Empezar una carrera artística es asumir el vértigo de lo incierto. Sin fórmulas ni garantías, Denise Dourojeanni traza una hoja de ruta basada en la experiencia: hábitos, gestión y visión a largo plazo para sostener el trabajo creativo.
Por Denise Dourojeanni

Salir de la universidad y enfrentarse al mundo real puede ser abrumador. Sobre todo si eres artista. Las preguntas aparecen como ráfaga:—¿Cómo consigo que una galería me represente?—¿Qué precios le pongo a mi obra?—¿Por dónde empiezo?
Lo cierto es que no hay una fórmula mágica. A diferencia de otras carreras que ofrecen estructuras claras —como un puesto de practicante, un jefe, un horario o un ascenso predecible—, en el arte todo parece incierto. Nadie te va a decir qué hacer, y muchas veces, nadie va a decirte si lo estás haciendo bien.
Lo primero que recomiendo es desarrollar una rutina. No necesitas un taller enorme ni lleno de materiales costosos. Basta con un espacio cómodo, tuyo, donde puedas trabajar sin interrupciones. Y sí, también necesitas un horario. Aunque nadie lo supervise, el compromiso es contigo. Un artista sin disciplina está siempre a un paso del abandono.
Un maestro alguna vez me contó que, todos los días, se vestía como si fuera a una oficina. Salía de su casa y entraba a su taller con la misma seriedad. Si había un proyecto urgente, trabajaba horas. Si no, igual cumplía su jornada. Esa constancia silenciosa fue su modo de tomarse en serio como artista.
El reconocimiento puede llegar rápido… o no llegar por mucho tiempo. Pero no se puede vivir esperando la validación externa. No puede ser una venta, un curador o un coleccionista quien justifique tu obra. La curiosidad, el deseo de aprender, la necesidad de expresar: eso debe sostener tu práctica.
Compararse con otros —especialmente con colegas que parecen avanzar más rápido— solo trae frustración. Cada carrera es distinta. Una vez, un artista joven me dijo que se sentía estancado. Había expuesto, estaba produciendo, pero no había vendido. Y eso lo hizo dudar de todo. Nos sentamos a revisar su estrategia. A los dos días vendió una obra. A veces, no es que estés estancado: es que estás cansado, desorientado o frustrado. Y necesitas perspectiva.

Tener una galería no garantiza ventas. Las galerías también tienen sus retos: pagan alquiler, ferias, personal. No pueden representar a todos ni desarrollar carreras a largo plazo como uno imaginaría. Además, tienen líneas curatoriales definidas, y no siempre encajamos en ellas.
He escuchado frases como: “mi galería no hace nada por mí” o “no vendo porque no tengo galería”. Pero no se trata solo de encontrar quién te represente, sino de construir tu camino. ¿Qué quieres hacer con tu carrera? ¿Qué tipo de vida quieres tener como artista? Hay quienes crean su marca personal y la convierten en una plataforma. Hay quienes escogen un camino más discreto. Todo es válido, siempre que haya claridad y responsabilidad.
A medida que produces más obras, el caos crece. Por eso es clave tener un sistema: saber qué obras se vendieron, dónde están, si tienen certificado, en qué exposición estuvieron. Esto no solo es útil para ti: puede ser fundamental si, en unos años, quieres hacer una retrospectiva o un libro.
Además, poder enviar rápidamente un PDF con fotos, fichas técnicas, precios, condiciones de venta… facilita todo. A veces el arte no se vende por falta de talento, sino por falta de organización.
Admiro profundamente a quienes se atreven a exponer. Colocar tu obra en un espacio público es como desnudarse emocionalmente. Siempre habrá alguien que diga que lo haría distinto o mejor. Incluso los comentarios más crueles ("eso lo hace un niño de cinco años") aparecen. Y también están los críticos. Algunos queridos, otros temidos. Una mala crítica puede acompañarte durante años.
Después de una exposición individual, muchos artistas quedan exhaustos. Algunos eufóricos, otros bajoneados. Y esa sensación muchas veces depende de cosas que no controlamos: si hubo ventas, si fue un curador, si alguien dijo algo que nos tocó una fibra. Pero no todas las exposiciones buscan vender. Hay obras efímeras, instalaciones, piezas que no están hechas para colgarse en una casa. Y eso también cuenta.
Hoy hay múltiples formas de circular obra: open studios, colectivas autogestionadas, tiendas físicas o virtuales, residencias, concursos, redes sociales. No tener galería no es excusa para la inacción. Lo importante es estar en movimiento, encontrar aliados, presentarse a oportunidades. Estar presente.
Y no olvides apoyar a otros artistas, visitar exposiciones, estar en escena. La comunidad también se construye.

Sobre Denise Dourojeanni
Denise es fundadora y directora de DM Colecciones, empresa especializada en consultoría y tasaciones para coleccionistas e instituciones, y de qullqa.art, una plataforma que impulsa la profesionalización del ecosistema artístico.
Ha desarrollado dos herramientas digitales complementarias:—Qullqa Collector, dirigida a coleccionistas, permite gestionar una colección de arte de forma ordenada y eficiente.—Qullqa Studio, pensada para artistas, ayuda a organizar su producción, registrar obras y facilitar su comercialización.
Su experiencia se nutre de una trayectoria pionera en la digitalización del mercado artístico: desde 2012 dirige dearteenlinea.com, la primera plataforma online del país dedicada a la difusión y venta de obra artística.
Comenzó su carrera profesional en el mundo corporativo, trabajando más de cinco años en empresas como Gloria, Xerox e IBM. Luego, como art dealer, consolidó su camino en el arte contemporáneo, fundando y dirigiendo una galería junto a su socia Cecilia Gonzales —primero en La Molina y luego en Barranco— desde 2013. Su mirada se ha fortalecido a través de múltiples proyectos locales junto a destacados agentes del medio.
Publicista de formación, egresada de la Universidad del Pacífico en Santiago de Chile, complementa su perfil con estudios en fotografía e historia del arte. Hoy, desde la consultoría y la producción de contenidos especializados, ofrece una guía valiosa para quienes están dando sus primeros pasos en el ecosistema artístico.
Comentários